¿Cómo protegen los sistemas ICCP las estructuras metálicas contra la corrosión?
Los cascos de los barcos, las plataformas de gas y petróleo, y cualquier estructura metálica en el mar se encuentran en peligro constante de corrosión, ya que el agua salada es un mediador electroquímico muy eficaz de la disolución del metal. Uno de los productos de soluciones anticorrosivas marinas, los sistemas ICCP del Grupo de Ingeniería Marítima Sealong (SME), será capaz de resistir este daño. Son sistemas basados en reacciones electroquímicas reguladas, diseñados para preservar las superficies metálicas de manera que las instalaciones marinas puedan mantener su integridad estructural a largo plazo. A continuación explicamos cómo funcionan los sistemas ICCP y las importantes medidas protectoras en las que se basan, fundamentadas en la experiencia de las SME.
1. La ciencia detrás del ICCP: Invertir el proceso electroquímico de la corrosión.
El metal se utiliza en el agua salada como ánodo y libera sus electrones, oxidándose. Los sistemas ICCP de SME interrumpen este proceso al ejercer una corriente exógena controlada para convertir el estado iónico de la estructura metálica en catódico, un estado momentáneamente pasivo (en el que no puede ocurrir corrosión). El ánodo, la fuente de alimentación de corriente continua y los electrodos de referencia serían los componentes básicos del sistema. La fuente de alimentación inyecta una corriente de bajo voltaje en los ánodos mediante el agua, ignorando la respuesta natural del ánodo y cátodo de la estructura metálica, y fuerza a la estructura metálica a aceptar electrones en lugar de cederlos. Los electrodos de referencia, capaces de analizar en tiempo real el potencial electroquímico del agua de prueba, ofrecieron, en competencia con habilidades y objetos relacionados con la sobrepotenciación/subpotenciación, una originalidad en el diseño dirigido al principio antiséptico por Sealong Marine.
2. Colocación individualizada de ánodos con cobertura total de la estructura.
Los sistemas ICCP de Sealong Marine eliminan las lagunas de protección al garantizar que los ánodos se coloquen estratégicamente según las geometrías de la estructura marina. En el caso de los buques, se instalan ánodos en la sección sumergida del casco para asegurar una distribución adecuada de las corrientes. En estructuras objetivo offshore, los ánodos pueden montarse en las patas sumergidas o en estructuras tipo jacket, y el espaciado entre los ánodos se selecciona según la profundidad del agua y la dirección de la corriente. Este aspecto personalizado evita la propensión a la corrosión localizada, tan frecuente en sistemas de tamaño único, mediante una cobertura catódica adecuada en cada pulgada cuadrada de la superficie metálica.
3. Monitoreo en Tiempo Real y Control Adaptativo de Corriente.
Activo vs Pasivo, a diferencia de los sistemas CP pasivos que requieren reemplazo frecuente, las soluciones SME ICCP con monitoreo en tiempo real ofrecen control adaptativo y protección de activos con la máxima cobertura posible a lo largo de los años. Los electrodos de referencia del sistema detectan el potencial de la estructura respecto al agua circundante en cualquier momento; si se experimenta una mayor susceptibilidad a la corrosión (por ejemplo, debido a variaciones en la salinidad o temperatura del agua), se produce automáticamente un cambio en la salida de corriente a través de la fuente de alimentación de corriente continua. Esta flexibilidad proporciona una seguridad confiable en todo tipo de condiciones cambiantes del agua marina (por ejemplo, desde aguas costeras hasta aguas oceánicas saladas). Herramientas adicionales incorporadas por SME a los sistemas, pero aún no implementadas, incluyen monitoreo remoto que permite a los operadores observar el rendimiento y resolver problemas sin invertir mucho tiempo en el mantenimiento de los activos marinos.
4. Longevidad estructural y ahorros de costos a largo plazo.
Los sistemas ICCP ofrecidos por SME son, en última instancia, de beneficio a largo plazo para el propietario marino, ya que contrarrestan la corrosión en su origen electroquímico más temprano. Las reparaciones por corrosión también son costosas y consumen mucho tiempo, ya que con frecuencia mantienen a los barcos fuera de servicio durante semanas. Las otras soluciones anticorrosivas más tradicionales tendrían un período mucho más corto entre reparaciones y mantenimientos: los cascos de barcos con ICCP se deteriorarían después de 5-10 años entre tratamientos anticorrosivos extensos. El mantenimiento en equipos submarinos superiores en plataformas petroleras es aún menos frecuente. Además, el sistema es rentable, utiliza menos energía y no requiere mantenimiento, lo que permite implementarlo como alternativa a los sistemas de protección pasiva. Los operadores están preocupados por la vida útil de los activos y la eficiencia operativa del equipo; los sistemas ICCP de SME presentan soluciones industriales para la prevención de la corrosión.
A nivel técnico, los sistemas ICCP creados por la PYME representan un paso progresivo en la protección contra la corrosión de embarcaciones, teniendo en cuenta la precisión científica, la personalización y el control automático inteligente para garantizar que las estructuras metálicas no se vean afectadas por el agua salada. Nuestros sistemas prevendrán la corrosión atacando la causa de la misma, es decir, el proceso electroquímico en tales aplicaciones, proporcionando así seguridad a las embarcaciones y convirtiéndolas en objetos marinos más seguros, eficientes y duraderos.
Tabla de Contenido
- ¿Cómo protegen los sistemas ICCP las estructuras metálicas contra la corrosión?
- 1. La ciencia detrás del ICCP: Invertir el proceso electroquímico de la corrosión.
- 2. Colocación individualizada de ánodos con cobertura total de la estructura.
- 3. Monitoreo en Tiempo Real y Control Adaptativo de Corriente.
- 4. Longevidad estructural y ahorros de costos a largo plazo.
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